lunes, 1 de agosto de 2011

OTRO DE APELLIDO CHADWICK LADRÓN Y ESTAFADOR, Delincuente de cuello y corbata




Declaración de hechos
María Isabel Gandarillas Vial
A mi edad, en ese entonces 88 años, les comenté a mis familiares lo cansada que estaba de haber trabajado toda mi vida y seguir haciéndolo en mi parcela de la comuna de Pirque. Después de estos repetidos comentarios, empecé a recibir visitas muy cariñosas de mi querido sobrino José Víctor Gandarillas Chadwick, el cual comenzó a venir muy frecuentemente con su familia a mi parcela a visitarme.


Mi sobrino José Víctor Gandarillas Chadwick, era en ese entonces Gerente de Help, y muy relacionado con el sistema de salud privado, director de varias empresas Penta e incluso director del Club Hípico de Santiago, un día me sentí mal y él se ofreció a llevarme al Hospital Clínico de la Universidad Católica. Me vieron médicos que él conocía, y me dijeron que lo único que tenía era un tumor benigno en el páncreas sin importancia, que por mi edad no era operable. Continué sin ningún tratamiento, de acuerdo a lo que dijeron esos médicos, con mi vida normal. Imagino ahora con mucho pesar y gran pena, que ya mi sobrino supo en ese momento el verdadero diagnóstico médico, que yo ya tenía el comienzo de la enfermedad que hoy tengo tan avanzada y sobre la cual no tuve ningún tratamiento, de ningún tipo ni siquiera un control en esa época.
Después de esto, un día el me recordó lo mucho que trabajaba y que quería proponerme un arriendo de mi parcela, así yo recibiría un alquiler sin tener que seguir preocupándome de la cosecha y venta de mis nueces.

Acepté encantada la proposición del que consideraba mi querido sobrino José Víctor Gandarillas Chadwick, de arrendarme mi Parcela número dos, Hijuela Santa Isabel, comuna de Pirque, Región Metropolitana, que adquirí, a Don Eduardo Vila Suárez, según consta de Escritura Pública de nueve de Febrero de mil novecientos setenta y siete, otorgado en la Notaría de Santiago de Don Jaime Morandé Orrego, el título se inscribió a fojas trescientos treinta y nueve, número cuatrocientos cuarenta y tres del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Puente Alto, correspondiente al año mil novecientos setenta y siete. El me ofreció UF 55 de arriendo mensual comentándome que era necesario hacer un contrato, aún cuando éramos parientes tan cercanos y de relaciones de mucha confianza, por motivos tributarios debido a que impuestos internos se lo exigía. Además, tuve muy presente que el precio ofrecido por el arriendo estaba más o menos de acuerdo con los cánones que yo conocía en el sector, aún cuando era un poco inferior a otros, pero me sentí muy aliviada al saber que yo seguiría en mi casa recibiendo un depósito mensual para mis gastos básicos, aunque yo estaba consciente que la parcela tenía una muy buena producción de nogales en plena productividad que anualmente me producían a lo menos 30 toneladas.

Un día de abril del año 2007 me llamó a mi celular, para que firmáramos el contrato de arriendo. Debido a que yo estaba terminando mi cosecha y empezaba un nuevo año agrícola, yo le manifesté que estaba en plenas faenas agrícolas, no podría en esos días salir de mi parcela, a lo que él me respondió que no me preocupara y que este contrato era muy simple, que me enviaría a su secretaria Patricia Soledad Pulgar Pulgar, para que me sacara la firma. Efectivamente, llegó Patricia a mi parcela en un Radiotaxi, con un sobre donde me dijo que me traía el contrato de arriendo para que se lo firme. Le pregunté donde ponía mi firma, y ella me mostró el lugar donde figuraba mi nombre, luego sacó un tampón donde puse mi huella digital y confiadamente firmé ya que estaba segura que lo que estaba firmando era el contrato de arriendo ya conversado con él, no me pareció extraño que fuera Patricia, sin haber concurrido a ninguna Notaría ya que se trataba del algo privado. Jamás imaginé lo que pasaré a detallar más adelante.

Aquí es donde comienza realmente mi calvario, el sentirme estafada, no solo económicamente, sino afectivamente, por mi sobrino carnal que yo consideraba muy querido y que él solo estaba esperando el momento oportuno para abusar de mi inocencia, confianza y cariño.
Mucho tiempo después, al mirar casualmente un recibo de contribuciones me percaté que estos figuraban a nombre de un señor de apellido Nieto Chadwick y luego de muchas averiguaciones me enteré que el contrato de arriendo se había convertido en una renta vitalicia, en la que se me despojó del dominio y propiedad de mi parcela donde aparecía mi firma en una Notaría de un Señor Patricio Raby Benavente ante una Señora María Virginia Wielandt Covarrubias. La verdad es que yo jamás he estado ni he firmado nada en dicha notaria que tengo entendido queda en la calle Moneda. Y no conozco a dicha señora María Virginia Wielandt Covarrubias, lo único que firmé en esa época fue el contrato de arriendo ante Doña Patricia Soledad Pulgar Pulgar, en mi domicilio de Pirque, como lo relaté anteriormente. A los pocos días después de haber firmado el que creí era un arriendo, mi sobrino había vendido el 20% a su sobrino señor Nieto Chadwick.

Me sentí absolutamente estafada por mi "querido" sobrino, me di cuenta que después de haber obtenido esa firma no me había llamado ni visitado nunca más y yo sabía que semanalmente concurría él y su familia a la parcela sin ni siquiera pasar a la casa a visitarme. Está demás decir lo mal que me he sentido este tiempo sabiendo que un ser querido me había estafado en esta forma, no tenía ánimo para ni salir a caminar en mi propia parcela.
Y lo peor, que ya me colmó la paciencia y me causa muchísima indignación, fueron dos cosas, que sucedieron el año pasado 2010: Primero: que apareciera un día mi sobrino José Víctor Gandarillas Chadwick a contarme que tenía una oferta de compra de la parcela, que le estaban ofreciendo $400.000.000 y me ofreció si entregaba la casa y renunciaba al comodato la suma de $ 20.000.000.
Segundo: el pasado octubre se me manifestó la enfermedad que tengo en la actualidad de manera más aguda, como consecuencia de no haber tenido ningún tratamiento y la frialdad y falta de cariño de mi sobrino José Víctor Gandarillas Chadwick ha sido impresionante. He tenido que recurrir al sistema de Salud Publica, debido a los escasos recursos de que dispongo.

Ahora mediante esta declaración, quiero hacer algo para restituir de alguna forma todo este engaño y dejar mi testimonio de cómo sucedieron las cosas.
Deseo dejar constancia escrita de todo lo que siento, mi estafa económica al quitarme de mala fe mi parcela y mi maltrato emocional, ya que mi afecto por mi sobrino José Víctor Gandarillas Chadwick y por su familia era muy grande y sincero. Espero que algún día se haga justicia y yo o mis herederos recuperen el dominio y propiedad de mi querida Parcela.

Esta declaración está hecha ante el notario de Puente Alto don Eugenio Camus Mesa según escritura pública de fecha 2 de Febrero del 2.011 por doña María Isabel Gandarillas Vial viuda de Echeverria.

PRENSA CALLEJERA
ALEJANDRO M 

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