viernes, 2 de septiembre de 2011

Violencia de Estado. QUE SE VAYAN TODOS. Parte 2!!!!


La brutalidad policial y el abuso de poder de Carabineros de Chile, se dio a demostrar durante los días 24 y 25 de Agosto pasado, en donde la brutalidad pudo más que el raciocinio mental. Se dio a demostrar en la nota que hace unos días atrás publico PRENSA GRÁFICA CALLEJERA  en Violencia de Estado. QUE SE VAYAN TODOS!!, en donde se ve claramente, como los métodos de tortura ejercidos en el pasado hoy vuelven a formarse como tema principal, para las entidades de Derechos Humanos, ya sean dentro del país; como fuera de él.

 La tarde del miércoles 24 de agosto Juan Carlos Sepúlveda Vásquez, padre y esposo, trabajador de la construcción,  concurrió como muchos otros, a las manifestaciones convocadas por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en la Comuna de Cerro Navia, marcha pacifica según nos cuenta.
En el trayecto carabineros hizo el intento de detener a un niño y derivo a que la mirada represora y agresiva de Carabineros de Fuerzas especiales, hiciera gatillar el arma y disparar a quemarropa al cuerpo de Juan Carlos.
Hoy al igual que otros 400 casos de violaciones a los Derechos Humanos, que hasta hoy recopilo la defensoría popular, se suma el caso de Juan Carlos; y tantos otros que por temor no han querido hablar y dar su testimonio, y en como se ven vulnerados los derechos individuales de cada persona, por un grupo de fuerzas especiales que lleva el terrorismo de estado a las calles de nuestro país. Juan Carlos, y todos quienes han sufrido la mano represora del poder político de chile, sus familiares y amigos exigen justicia y han iniciado acciones legales en busca de los responsables.
Testimonio de Juan Carlos
E.Q.: Juan, cuéntanos qué es lo que ocurrió ese día.
Juan: normalmente yo participo de manifestaciones, siempre voy, porque uno se siente identificado con las demandas y por eso me manifiesto con mis hijos, que en esta ocasión no fueron, menos mal que nos los lleve.
Empezamos en Teniente Cruz con Las Torres, en esa parte ya había unas 100 personas cuando llegamos y de repente empieza a llegar mucha gente de distintos lados, del sur, del norte, hasta que en un momento se juntó demasiada gente y se empieza la marcha con un discurso. Incluso había una batucada y muchos niños con sus ollitas. Después empezamos a caminar por Joaquín Pérez hasta Teniente Cruz, incluso cuando nos fuimos para allá veníamos caminando y los vehículos que venían pasando nos tocaban la bocina, las micros pasaban a un lado y no interrumpíamos el tránsito. Llegamos un poco más allá y se detuvo la marcha en un sector de J Pérez en donde hay mucho comercio, supermercados, etc., y por ahí todo paso tranquilo. Desde las shoperias, locales donde cortan el pelo, toda la gente salía a mirarnos. Seguimos y doblamos hacia Mapocho y nosotros íbamos conversando con los conocidos sobre la impresionante cantidad de gente que había, unas 1500 o 2000 mil personas, seguimos avanzando y la gente nos seguía apoyando.
Llegamos a una esquina donde estaba Carabineros y no nos permitió pasar por la calle, ellos se tomaron la calle. Carabineros con sus armas y con una actitud con la que nos sentíamos reprimidos y tuvimos que pasar por el lado, por la vereda, y las personas que dirigían la marcha nos dijeron que pasáramos tranquilos y todos pasamos tranquilos, la marcha era muy pacifica. Tomamos Mapocho y las personas que iban adelante iban llegando, nosotros íbamos casi atrás. Nos detuvimos a conversar con unos amigos y sus familiares, y conversamos también sobre la gigantesca cantidad de gente y que todo estaba entretenido y que bueno que la gente estaba despertando.
Y, en ese momento, cuando ya quedaba la última parte de la marcha, Carabineros empiezan a avanzar hacia nosotros como para escoltarnos pero de una manera para nosotros represiva. De pronto empiezan a correr unos Carabineros bruscamente y se meten entremedio de la manifestación y nosotros nos preguntamos qué onda. Se meten entremedio y toman a un jovencito, a un niño de manera muy violenta y el joven era un mocosito que se notaba que no era capaz de hacer nada malo. En esa ocasión, cuando toman al niño nosotros quedamos choqueados con lo que estaba ocurriendo y la gente comenzó a pedirle explicaciones a Carabineros de por qué se lo estaban llevando detenido y una señora tomaba al niño y pedía que lo soltaran.
Cuando lo toman en el suelo y le veo su carita de niño, te lo digo, personalmente, me acorde de mis hijos y fui para allá y empezamos a preguntar por qué se lo estaban llevando. Nosotros empezamos a discutirle a Carabineros de que esta era una marcha pacífica, y que con qué fin hacían eso, qué había hecho el joven o qué había hecho la marcha para que hicieran eso. Y no nos daban ninguna explicación, ninguna respuesta. Y cuando veo a un Carabinero realizar una acción mientras yo le alegaba y veo un movimiento de él, yo me doy vuelta y lo único que siento es un golpe que primero fue en mi muñeca y sentí que algo se me había prendido, que se me había hinchado e inmediatamente el otro golpe en el glúteo. Pongo un pie de apoyo y me dolía, el dolor era inmenso, sentía que iba entrando un tubo con calor, ardor y dolor, lo sentía y no quise apoyar un pie y me tire al suelo por el dolor. Ahí comencé a revolcarme del dolor y comencé a sentir gritos que pedían auxilio, mientras algunos le gritaban a Carabineros. Yo temía que Carabineros me llevara detenido en ese momento, pero Carabineros no intervino ni para ayudarme. Después de eso me levantan mis vecinos y amigos me ayudan con los primeros auxilios y posteriormente me llevan a un centro asistencial.
Yo en todo momento estuve conciente pero con mucho dolor. Cuando llego me suben a la camilla y me preguntan que me había pasado, digo que me había llegado un balazo de Carabineros y ahí me dijeron que tenía pérdida de tejido y me pusieron creo unos 14 puntos en el glúteo, pero tenía entre 6 y 7 perdigones alrededor y no sé cuantos en la zona con pérdida de tejidos, y en el brazo tuvieron que cortarme un poco porque había un perdigón que estaba incrustado y no podían sacarlo, así que me rajaron un poquito hasta que salió, y ahí tengo 5 balines.
E.Q.: Es decir, ¿estás vivo porque te alcanzaste a dar vuelta?
Juan: Ellos tenían un arma encima mío, una escopeta y un Carabinero gira hacia mí y ahí yo presentí algo, tuve miedo y cuando hizo ese gesto sentí que podía hacerme algo pero nunca pensé que lo iba a hacer de verdad y él gira y yo giro y ahí me llegó el tiro. Pero no fue al aire, fue en dirección a mí. Si no me hubiese dado vuelta Carabineros me hubiese matado.
¿Y a cuánto fue?… a menos de medio metro, si fue al lado. Yo por suerte me di vuelta, sino me hubiese llegado en el estomago. De la calle alcance a dar dos pasos y caí a la cuneta. Si no me llega el cartucho a mí le hubiese llegado a la gente que estaba atrás, habría un montón de gente herida. No fue un balín, fue un cartucho del 12, de escopeta.
E.Q.: ¿Qué acciones se encuentran realizando ahora?
Juan: Ahora estoy con tratamiento medico y pusimos una denuncia contra los responsables que pasó a la Fiscalía. Esperamos que den de baja a los responsables y que nos indemnicen por daños y perjuicios, porque no es posible que actúen así. Podrían haber matado a alguien.
Fotos y relato: El quinto
Redacción Texto:  Francisca E.
PRENSA GRÁFICA CALLEJERA

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