miércoles, 19 de octubre de 2011

Multitudinaria fue la convocatoria a marcha, en lo que derivó en alrededor de 230 detenidos.


Dos multitudinarias marchas comenzaron a eso de las 11 de la mañana. En Plaza Italia y en frente de la casa central de la Universidad de Santiago (USACH), los organizadores cifran en más de 300 mil los asistentes a la manifestación a lo largo del país.
Las dos marchas de estudiantes que se realizaron este miércoles en Santiago de Chile para exigir una educación de calidad, pública y gratuita, que solo en la Región Metropolitana se hicieron presentes   cerca de 200 mil, según los dirigentes estudiantiles.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile (FEUC), Giorgio Jackson, condenó los hechos de violencia de este miércoles y dijo que “nadie puede avalar la violencia y tampoco la represión de la policía, si lo que hay que hacer es generar igualdad de oportunidades”.

La represión ocurrió en frente de la Universidad de Santiago (Usach) y según el subsecretario del Interior de Chile, Rodrigo Ubilla, indicó que las movilizaciones estudiantiles se destacan en una "nueva jornada de violencia".

"Hay grupos que están tremendamente coordinados a fin de generar un cuadro de cierta violencia y alteración del orden público", recalcó Ubilla.
Asimismo, señaló que el Gobierno de Sebastián Piñera, “condena este tipo de acciones y reitera que los llamados a paralizar el país no ayudan al diálogo”.


Pese a los incidentes el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago (Feusach), Camilo Ballesteros, celebró la convocatoria de la protesta, que calificó como una “increíble marcha multitudinaria”.


“Increíble marcha multitudinaria, alegre y pacífica. Miles marchando por todo Chile” dijo el dirigente universitario.

La marcha estudiantil, convocada por la Confederación Nacional de Estudiantes de Chile (Confech), el Colegio de Profesores y la Central Unitaria de Trabajadores, fue autorizada por la Intendencia Metropolitana.

La convocatoria de este miércoles tuvo lugar un día después de que el Gobierno del presidente chileno, Sebastián Piñera, anunciara que interpondrá una querella por Ley de Seguridad del Estado para actuar con la fuerza contra quienes generen disturbios.

El anuncio fue hecho por el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, luego que un grupo de encapuchados quemara un bus del Transantiago en la comuna de Macul.

La Ley de Seguridad del Estado castiga a quienes cometan delitos contra instalaciones o medios empleados para el funcionamiento de servicios públicos. Asimismo, obliga a los tribunales a aplicar las sanciones más duras contempladas para cada delito. En este caso, los eventuales culpables podrían recibir penas de entre cinco y 10 años de cárcel.
La manifestación culminó en medio de la represión policial ejercida por el grupo de Carabineros de fuerzas especiales, en lo que derivo en alrededor de 400 personas detenidas en los dos días de movilización.











PRENSA GRÁFICA CALLEJERA
Francisca E.

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