miércoles, 11 de enero de 2012

Las heroicas estudiantes de la Enseñanza Media. Por Ricardo Candia.


Las diez estudiantes del Liceo Carmela Carvajal a quienes les fueron canceladas sus matrículas, deben llevar esa sanción con decoro, como una estrella que las distinga como bravas luchadoras, como heroínas de este tiempo confuso, pero fértil

Esas muchachas son a la actual democracia, lo que a la dictadura fueron los presos políticos: perseguidos por luchar, castigados por sus ideales libertarios y democráticos. Las muchachas y los muchachos de ese liceo y de aquellos que se han mantenido firmes en sus tomas, merecen el mayor homenaje de toda la ciudadanía.

El movimiento social en general, y en particular el de los estudiantes, está en deuda con esos heroicos y casi olvidados estudiantes de la Enseñanza Media que durante meses han resistido los embates del gobierno, de la policía y de los alcaldes.

Y que durante su movimiento también se han sobrepuesto al silencio de muchos políticos que escriben con la izquierda, pero que comen con la derecha.

Los estudiantes de la enseñanza media, hombres y mujeres, han luchado desde hace mucho por una educación distinta a la que se ha entronizado en veinte años de administración concertacionista, mediante el sucesivo perfeccionamiento de las leyes de la dictadura.

Algunos recordarán que el año 2006 los estudiantes de la Enseñanza Media hicieron el ensayo general de lo que pasó el año que recién terminó, llegando a ser las más importantes movilizaciones sociales después de retirada la horda militar

Y algunos tratarán de no recordar que sería la presidenta estrella de la Concertación la que echaría por tierra el impulso de esos estudiantes.

La recordada Revolución Pingüina fue traicionada por el gobierno de Michelle Bachelet y, curiosidades de la política binominal, dio a luz el origen de todos los males que hoy se combaten: la Ley General de Educación.

De tarde e tarde circulan profusamente las inolvidables fotografías de la época con los actores de entonces levantando sus manos, algunos, incluso, con lágrimas en los ojos. Como un triste recordatorio de lo que hace un sistema político con una sola cabeza, pero con dos caras.

Hoy, los mejores herederos de esas luchas vuelven a dar un ejemplo de consecuencia, decisión y sentido de lo trascendente.

Las muchachas y muchachos de la Enseñanza Media fueron los primeros en tomarse sus establecimientos cuando se inició el movimiento. Desde entonces, han estado en la vanguardia de la lucha callejera, razón por lo que han sido castigados por la cobardía policial, amparada en la impunidad que les ofrece el Ministro Hinzpeter.

Innumerables intentos de desalojo de sus liceos, amenazas cotidianas, arremetidas de alcaldes fascistas que por las anomalías del sistema político no están presos a perpetuidad por sus actuaciones durante la dictadura, no han podido con ese heroísmo y son los últimos en entregar los bastiones de sus combates

Tardeo temprano el último de los liceos tomados serán entregados a las autoridades. Pero lejos de entender ese acto como una rendición, la lección que dejan sus ocupantes es de valentía y decisión. Condimentos que tanta falta hacen en el caso de las organizaciones de los trabajadores.

No mucho más tarde se va a comprender el aporte que han hecho los estudiantes de la Enseñanza Media.

Mientras, deberán llevar con orgullo su condición de perseguidos por los poderosos que  no soportan esa irreverencia que cumple con el deber de advertir que se vienen tiempos en que los estudiantes volverán una y otra vez a decir con su palabra limpia, sus razones, y proponer con certeza la posibilidad de un país distinto en el que no tenga cabida la cobardía, la prepotencia, la ambición y la codicia..

No hay comentarios:

Publicar un comentario