Este sábado protestarán los quioscos: "La lucha es contra El Mercurio y Copesa".

Los suplementeros dicen que su situación no da para más y acusan que los políticos no quieren legislar porque el duopolio de la prensa escrita financia las campañas electorales. Este sábado más de mil kioscos de la Región Metropolitana amanecerán enfundados en banderas negras. La protesta de los suplementeros viene incubándose hace meses. Dicen que están en crisis y que la situación no da para más.

Juan Placencia, presidente del Sindicato de Suplementeros de La Florida, explica que “hasta hace algunos atrás en Chile había 10 mil suplementeros y hoy día hay 5.200. Estamos en un proceso de extinción”, reclama. El proceso de decadencia, según el dirigente, comenzó en 1978, cuando la Asociación Nacional de Prensa, ANP, desconoció un convenio firmado con el gremio en 1970 que les otorgaba la exclusividad en la venta de periódicos y revistas.

“Esto parte en 1973, con el decreto 211, cuando se desreguló la economía del país, entonces empieza a producirse una situación de deterioro del gremio de suplementeros por una interpretación que la ANP hizo de un convenio nacional firmado entre nosotros y los editores de la prensa escrita”, indica Placencia, para luego agregar que ahora cualquier tipo de empresa puede vender las publicaciones “el comercio detallista, las grandes cadenas, los servicentros, los mall, los supermercados… todos venden diarios”.

Las ventas en los quioscos han bajado, han perdido clientes y los comerciantes alegan que poco a poco comienzan a transformarse en vendedores de confites. Bajo la lógica del libre mercado se entiende que la competencia defina la sobrevivencia de los negocios. El problema, asegura Placencia, es que se daña la pluralidad “tenemos una importancia protagónica en la sociedad democrática. Nosotros estamos obligados a vender todas las publicaciones que circulen en el país, nosotros garantizamos la pluralidad informativa, y no la libertad de prensa. Si sale una publicación de extrema derecha, estamos obligados a venderla, lo mismo con las de extrema izquierda, el convenio nacional así lo dice. Entonces nosotros no segregamos ni discriminamos las publicaciones, las vendemos todas, a diferencia de lo que pasa en las tiendas, que censuran”.