viernes, 9 de agosto de 2013

INSTITUTO NACIONAL EN SU BICENTENARIO.

Provincia imperial, Chile, 10 de agosto de 2013

Por: Milan Mauricio Grušić Ibáñez. Institutano siempre.

El Instituto Nacional “José Miguel Carrera” es el establecimiento educacional más antiguo de la República de Chile, ya que fue creado durante el gobierno de José Miguel Carrera durante el periodo histórico denominado Patria Vieja. Su apertura fue realizada el 10 de agosto de 1813, tras la aprobación mediante un decreto de la fusión de los diversos establecimientos educacionales existentes, constituyéndose en el único centro de educación superior de la época, tras el cierre momentáneo de la Real Universidad de San Felipe.

Los planes para su creación se deben a Juan Egaña, Manuel de Salas, Francisco Echaurren y Camilo Henríquez, quién expresó que “El gran fin del Instituto es dar a la Patria ciudadanos que la defiendan, la dirijan, la hagan florecer y le den honor”. Su lema es “Labor omnia vincit” ('El trabajo todo lo vence' en latín).

En la actualidad es un liceo municipalizado de especial singularidad, que imparte la modalidad de educación general básica (7.° y 8.° años) y de educación media científico-humanista (1.º a 4.º años), teniendo una cifra aproximada de 4250 alumnos regulares.
El Instituto Nacional es considerado un bastión de la educación pública chilena, ya que por sus aulas han pasado numerosos Presidentes de la República, Ministros de Estado, políticos, intelectuales, artistas y escritores, científicos, arquitectos y un sinnúmero de profesionales que han contribuido a la formación de Chile. Diversos estudios lo han catalogado como uno de los mejores colegios del país, el mejor municipal y el más prestigioso a nivel nacional. 

Proyecto Educativo del Instituto Nacional, marzo de 2011.

La finalidad educativa del Instituto Nacional es formar buenos ciudadanos. Formar buenos ciudadanos implica educar para la vida, es decir: educar para el saber, para el amor, para el trabajo, educar hombres amantes del derecho y la verdad. Significa asumir a la persona en desarrollo como ser perfectible, dialogante y solidaria. Educar es promover una formación integral para la internalización y ejercicio pleno de los derechos y deberes de la ciudadanía que dan arraigo y sentido de pertenencia a un pueblo, a una cultura y a una geografía. Por ende, esta finalidad educativa, implica promover una adhesión a los valores patrios del ser nacional en virtud de los cuales nos reconocemos como pueblo y nación, con una identidad que nos congrega unitariamente bajo símbolos e instituciones comunes. Sin embargo, la formación del ciudadano no puede quedar circunscrita a la sola adhesión de las aspiraciones nacionales; sino que además requiere que éste se haga partícipe de las aspiraciones sociales de toda la humanidad.

Primer Centenario

En vísperas del primer centenario del Instituto Nacional, se hacía necesario contar con nuevo himno oficial, pues el antiguo creado en 1813 y con letra de Bernardo de Vera y Pintado se encontraba en desuso. En consideración a lo anterior, el Rector Espejo autoriza al profesor Ismael Parraguez a realizar un concurso entre los alumnos para crear un nuevo himno. El actual Himno Institutano se encuentra compuesto por las estrofas de Eduardo Moore Moreno, alumno de 6° año, una estrofa del alumno de nacionalidad española Pascual Baijes Valloerdú, de 4.° año y una del propio profesor Parraguez, quien además se encargó de la música del Himno. Este himno fue interpretado por primera vez el 10 de agosto de 1913 por un coro mixto.

Para el centenario se remodela el Patio Jardín, de acuerdo al diseño paisajístico del profesor Carlos Ramírez, la biblioteca a la fecha era una de las más importantes del país y de Latinoamérica, se habían desarrollado de manera exitosa los gabinetes de química, Cosmografía, Ciencias Naturales y Física y el Gimnasio era uno de los más modernos del país.

Las fiestas del centenario encontraban al Instituto en su punto máximo de esplendor, se efectuó una velada en el Teatro Municipal que contó con la asistencia de los más ilustres exalumnos de la época y el Rector Espejo realizó un gran discurso ante toda la concurrencia, hubo desfiles ciudadanos y fiestas para los estudiantes, aparte del reconocimiento de toda la comunidad nacional.

En 1926 fallece el Rector Espejo asumiendo la rectoría de manera interina el Inspector General Carlos Ramírez, para luego ser nombrado por el Consejo de Instrucción Pública el profesor Carlos Mondaca.

Durante el breve rectorado de Mondaca, el Rector promovió un relajo en la severidad que había caracterizado al Instituto, permitiendo un mayor bullicio, y que los cursos para el 10 de agosto realizaran fiestas y números artísticos. En 1927, a raíz de una serie de disputas entre la Universidad de Chile, el Instituto Nacional y la dictadura de Ibáñez, el Consejo de Instrucción Pública llega a su fin.

En noviembre de 1928 fallece el Rector Mondaca.

En diciembre, por decreto del Supremo Gobierno, es nombrado como Rector el profesor Ulises Vergara Osses.

A dos meses de asumir la Rectoría, sobreviene uno de los hechos más nefastos para el Instituto y para la cultura de nuestro país. En enero de 1929, Pablo Ramírez, Ministro de Carlos Ibáñez del Campo, ordena la demolición de la Biblioteca del Instituto Nacional, ubicada a un costado de la Casa Central de la Universidad de Chile, con el objeto de ubicar en dicho espacio una piscina. El colegio solo logró recuperar 15.000 ejemplares de la fuera una de las bibliotecas más grandes y completas del continente. El resto de los libros fue repartido entre la Biblioteca Nacional, el Instituto Pedagógico, la Universidad de Chile y varios Liceos del país, y un número indeterminado tuvo que ser desechado.

En 1931 hace su estreno el Coro del Instituto Nacional, organizado por el profesor Isidoro San Martín.

En 1936 el profesor de Castellano, César Bunster, y el Bibliotecario, Ernesto Boero Lillo, proponen al Rector Vergara la creación de un órgano literario oficial del plantel, naciendo el 10 de agosto de 1936 el Boletín del Instituto Nacional, la publicación periódica más importante editada por el establecimiento.

El mismo año, pero en diciembre, fallece el profesor de matemática Manuel Aguilera, quién dispuso que con su óbolo se crease una fundación que premiara con el usufructo de su casa habitación, al "mejor institutano" de cada generación que egresara.
En 1940 nace ALCIN, la Academia de Letras Castellanas del Instituto Nacional, producto de las gestiones del bibliotecario Ernesto Boero Lillo y del profesor Emilio Tizzoni.

En 1941, el exprofesor y Presidente de la República, don Pedro Aguirre Cerda, convoca al Rector Vergara para ser Ministro de Educación. En su reemplazo queda el vicerrector Ramírez.

En 1947, el Centro de Alumnos pasa a ser Gobierno Estudiantil, de acuerdo a las normativas dictadas por el Ministerio de Educación.

En 1954 se acoge a retiro el Rector Vergara, asumiendo la Rectoría Antonio Oyarzún Lorca.

Sesquicentenario y nuevo edificio

En 1956, la Cámara de Diputados y el Senado aprueban una moción del Senador Ángel Faivovich que permite iniciar los estudios para construir un nuevo edificio para el Instituto Nacional.

Dictadura Militar chilena de 1973

Institutanos muertos por la dictadura de Pinochet.


Patricio Acosta
Salvador Allende
Alan Bruce
Antonio Cabezas
Augusto Carmona
José Carrasco
Manuel Donoso
Ricardo García
Mauricio Jorquera
Georges Klein
Carlos Lorca
Jorge Muñoz
Roberto Nordenflycht
Orlando Letelier
Eduardo Paredes
Enrique Paris
Jorge Peña
Fernando Peña
Héctor Pincheira
Anselmo Radrigan
Arsenio Poupin
Enrique Ropert
Alfredo Rojas
Francisco Rozas
Claudio Silva
Ricardo Silva
Mario Superby
Claudio Tognola
Luis Valenzuela
Fernando Valenzuela
Guillermo Vallejo
Víctor Zúñiga



Hoy es el comienza de un nuevo siglo para los institutanos de corazón. Hoy somos testigos de los grandes cambios que los jóvenes exigen a nuestros gobernantes y a nuestra querida casa. Hoy somos espectadores y actores de una verdadera revolución, que pretende regresar la Educación de Chile a la primera liga, de donde jamás debió descender. Hoy más que nunca estamos presentes codo a codo, junto a nuestros jóvenes institutanos y estudiantes de todo el país, para continuar en las calles y avenidas de Chile, para avanzar sin tranzar por nuestros sueños e ideales.

Queridos amigos, compas, hermanos e institutanos. No podemos olvidar de donde venimos y hacia donde tenemos que llegar. El fascismo hace mucho que se encuentra entre nosotros, pero ya es tiempo de decir “basta”. No sólo comenzamos un nuevo siglo, también damos principios a nuevas luchas, como lo ha sido en nuestra historia y continuará siendo en los siglos venideros.

Quiero dejar un fraterno abrazo y saludo a los señores auxiliares del aseo, a los señores inspectores, a los(as) señores(as) profesores(as), al personal administrativo, a los inspectores generales y rector, a los apoderados y recordar cariñosamente a los que hoy se encuentran en el Oriente Eterno, en especial a un joven inspector del Instituto, que siendo estudiante de arquitectura, fue Secretario de la Construcción del actual edificio y posteriormente profesor de matemáticas, física y estadísticas, mi padre Milan Grušić Ansieta. Para finalizar, quiero dejar un triple abrazo fraterno para los actuales alumnos del Instituto Nacional, a los ex alumnos y a los futuros institutanos, ya que, únicamente ellos han sido y serán ejemplo de lucha, junto a todos los estudiantes de Chile. Gracias…


Muchas felicidades


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